jueves, 5 de mayo de 2011

LAJAS NARIÑO COLOMBIA

Virgen de las Lajas
El franciscano fray Juan de Santa Gertrudis, en su crónica del viaje entre 1756- 1762 por el sur del Reino de Nueva Granada, publicada en cuatro tomos con el título de “Maravillas de la naturaleza”, menciona el santuario en el libro III,[2] siendo posiblemente la referencia más antigua de su existencia.
Posteriormente, monseñor Justino Mejia y Mejia, capellán del santuario entre 1944 a 1977, e historiador, nos refiere la historia actualmente aceptada y que cuenta como alrededor de 1754 la imagen de la Virgen del Rosario fue descubierta por una indígena llamada María Mueses con Rosa, su pequeña hija, cuando se dirigían de Ipiales a su casa en Potosí; al verse sorprendidas por una tormenta, María y su hija, buscaron refugio a la vera del camino entre las oquedades formadas por las piedras planas y anchas o losas naturales (lajas) inmensas que caracterizan esa zona del cañón del río. Para sorpresa de la madre, la niña que hasta ese momento era considerada sordomuda llama su atención con las palabras: "Mamita, la mestiza me llama..." señalando la pintura seguramente iluminada en forma sugestiva por los relámpagos.[3]
Después de que las autoridades y los habitantes de la región comprobaran la verdad de los hechos, que fueron calificados como prodigio por las autoridades eclesiásticas el 15 de septiembre de 1754, el lugar fue convertido en una referencia para toda la comarca incluyendo el norte del Ecuador y se procedió a edificar el santuario cuya historia tiene cinco épocas bien definidas.[1]

[editar] Etapas del santuario

Santuario de las Lajas en su tercera época según grabado de 1853.
  • La primera etapa abarca la construcción de una choza de madera y paja, con una duración de 40 años.
  • La segunda, la construcción de una capilla con materiales de ladrillo y cal, con terminación en cúpula.
"El primero de enero de 1795 se comenzó a trabajar la piedra de cantería para la capilla de Nuestra Señora de las Lajas y en ese día se gastaron veinticinco pesos en socorrer los indios canteros que vinieron de la villa (Ibarra). Seguramente, a principios de 1796, se dio de lleno a la mencionada construcción y, de allí en adelante, siguió el curso de la obra con generosidad, diligencia y constancia, poniendo al servicio de ella los escasos ingresos que percibía la parroquia, el trabajo de las propias manos de los habitantes y la amplia cooperación de varios arquitectos ecuatorianos. Después de siete años de constantes esfuerzos, se construyó la capilla que contaba con 7 m. de largo por 6 m. de ancho"[4]
  • La tercera es el ensanchamiento del edificio en dirección suroccidente, con la intervención del arquitecto ecuatoriano Mariano Aulestia, edificación que duró más de un siglo causando admiración por su atrevida construcción. El escritor, y luego presidente de Colombia, Santiago Pérez Manosalva en su crónica titulada "Apuntes de un viaje por el sur de la Nueva Granada, en 1853"[5] describe:
"Adelantando hacia el sur y descendiendo como por una espiral de piedra, de repente halla el viajero, en medio de peñascos y como labrada en el corazón de ellos, una capilla, cuya parte externa se asoma atrevida y graciosa­mente sobre el precipicio. Esta parte es de mampostería; el interior es todo formado por la roca misma, cortada en lajas, y en una de éstas se ve dibujada al óleo la ima­gen de la Virgen, a quien ha levantado la naturaleza y el hombre completado este altar en las entrañas de la peña. Las aguas corren cuarenta pies abajo; las murallas se destacan agrias y rocallosas; el bosque se tupe alrededor, y todos los contornos se presentan con silvestre majestad"
  • La cuarta es el proyecto de una plazoleta y puente de dos arcos.
  • La quinta, está relacionada con la edificación del actual santuario. Su construcción fue iniciada el 1 de enero de 1916 con la bendición de la primera piedra; la obra estuvo a cargo del ingeniero ecuatoriano J. Gualberto Pérez y del pastuso Lucindo Espinosa, y se terminó en agosto de 1949. Se calcula que su costo fue de 1.850.000 pesos de la época conseguidos gracias a los aportes de los numerosos y fieles devotos especialmente de Colombia y Ecuador

VIDEOS DEL SANTUARIO DE LAS LAJAS

Santurio de las Lajas Nariño Colombia

Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas
La segunda maravilla de Colombia
 

Construcción, dirigida por el ingeniero ecuatoriano Gualberto Pérez y el pastuso Lucindo Espinosa, duró 33 años su construcción.    Fue hecho sobre piedra laja en medio del cañón del río Guáitara. La altura desde su base hasta la torre es de 100 metros y el puente que une al templo con el otro lado del cañón mide 50 metros de alto por 17 metros de ancho y 20 metros de largo. Se calcula que las obras en 1916 costaron 1'850.000 pesos, una fortuna para su tiempo.
Su estilo es gótico, tiene tres niveles; su interior es de estilo ojival con columnas que se unen en el techo. Tiene mosaicos en fibra de vidrio. En el día su iluminación la da la luz que se filtra por los vitrales hechos por el italiano Walter Wolf. Su objeto más preciado es la virgen de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas.
La Virgen de las Lajas: Por su ubicación, en una zona de frontera, sobre el cañón del Guáitara, es un punto de encuentro, un cruce de caminos, de comercio y de conexión de diferentes personas y regiones que se aglutinan en torno al poder mágico sagrado de la Virgen del Rosario.     Histórica y geográficamente ha sido punto de conexión de las comunidades negras del Bajo Pacífico, de indígenas del Cauca, de gente de la selva y de peregrinos ecuatorianos de Riobamba, Quito, Otavalo, Ibarra y Tulcán.      Según la investigación, el vínculo con el país vecino es tan fuerte que algunos ecuatorianos afirman que la Virgen les pertenece. Dicen que alguna vez fue de ellos y los colombianos se la quitaron.         
Sus devotos también la llaman cariñosamente 'La ojona' o 'La mestiza' y celebran durante los primeros 15 días de cada septiembre su aparición. La imagen fue vista por primera vez en 1754 en una laja o roca por la indígena María Mueses y su hija, Rosa.
El santuario también ha servido como mediador para solicitarle a la Virgen la liberación de los soldados que fueron secuestrados en la toma del cerro de Patascoy, en el mismo departamento.

EL MAJESTUOSO SANTUARIO DELAS LAJAS

Una de las más destacadas joyas de la arquitectura religiosa en Colombia es el maravilloso Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, localizado en el cañón del río Guaítara, en el corregimiento de Las Lajas, municipio de Ipiales, en el departamento de Nariño, a 10 kilómetros de la frontera con Ecuador.
Se trata de un templo de culto católico de peregrinación y turismo que data del siglo XVIII y que fue levantado en honor a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas, y el cual es visitado por miles de fieles y turistas durante la época de semana santa.
También es conocido como “Un milagro de Dios sobre el abismo”, todo gracias a su impresionante ubicación topográfica entre los riscos de la cordillera de los Andes. El templo posee un bello estilo gótico y está compuesto de tres naves construidas sobre un puente de dos arcos que cruza sobre el río y que hace de atrio o plaza de la basílica uniéndola con el otro lado del cañón. Su altura desde la base hasta la torre es de 100 metros, y el puente mide 50 metros de alto, 17 de ancho y 20 de largo. En su diseño arquitectónico se destacan tres torres que terminan en agujas decoradas con grumos y frondas; ventanales, rosetones, arbotantes, contrafuertes y pináculos.
En el interior sigue la tendencia de un estilo ojival, constituido por columnas que se unen en el techo y por mosaicos que están elaborados en fibra de vidrio.
Gran parte de los fieles que llegan al santuario lo hacen desde Pasto, y optan por realizar el recorrido a pie, una peregrinación bastante atractiva y rodeada de paisajes únicos.